Aquí va otra traducción efectuada por SP Traducciones para el Progetto 7Lune. En esta ocasión
nos hemos dedicado a traducir el prólogo de Silvia Favaretto donde con sus maravillosas palabras nos hace viajar con la mente y recorrer el mismo viaje que hicieron tanto las
postales como los migrantes para llegar a su destino. Un largo viaje hacia la esperanza y el temor.
Os dejo con esta intensa lectura que espero os haga reflexionar sobre este tema tan delicado que está cada vez más presente en la
actualidad.
"La migración : entre el drama y la esperanza"
PRÓLOGO
por Silvia Favaretto
122 maravillosas, intensas y conmovedoras obras de arte originales, han llegado durante meses al correo de “Progetto 7LUNE” en Venecia, desde todos los rincones de Latinoamérica, en algunos casos, también desde tierras europeas que acogieron la inmigración hispanoamericana al igual que desde Italia. Después de la apertura de nuestra convocatoria, publicada bajo la sugerencia de nuestra colaboradora pintora mexicana Carmen Parada, artistas de 13 países latinoamericanos han decidido compartir su interpretación del concepto de "Inmigración" mostrando resultados inesperados de mucha variedad y belleza. Este catálogo que ahora les enseñamos, recoge las 122 postales de arte que les vamos a presentar tal y como nos han llegado, con los signos "vivos" de su tortuoso camino, marcado por el cansancio del largo viaje que tuvieron que afrontar para llegar hasta el destino. Inmediatamente nos entusiasmó la propuesta de Carmen, justamente porque el "Mail Art" representaba de forma altamente simbólica el "viaje" de muchos migrantes que, disfrazados, escondidos o con documentos ilegales (o sin ellos), cruzaban las fronteras de los países en crisis económica , en busca de un bienestar que a veces significa apenas sustento.
Cada postal que hemos recibido es diferente de las otras, especial y única, al igual que todos los inmigrantes que se embarcan en un viaje hacia la esperanza. Con la inevitable incertidumbre (¿llegará a su destino? ¿Se va a arruinar?) las obras de arte marcharon de su tierra natal, disfrazadas de simples postales, escondidas en bolsas, recorriendo el camino en autobuses, trenes, aviones, hasta llegar, en un promedio de cinco semanas, a mis manos listas para recibirlas. No puedo dejar de pensar que muchos seres humanos deben haber pasado por la misma experiencia, que la incertidumbre y el miedo inicial en su caso deben ser cien veces más, en intensidad, y también en alcance, calculando las madres, padres, hermanos e hijos que sufren para aquellos que se han ido. También tuve la sensación de no tener derecho a hablar de esto, por no haberlo experimentado de primera mano, pero el pensamiento de mis tíos que emigraron de Italia después de la guerra a una Argentina vista como la tierra de la redención, me ha alentado. Porque creo que es necesario que hablemos de esto, que las imágenes despierten reflexiones, que el arte impulse, como sólo él puede hacerlo, las conciencias y el conocimiento.
Soy consciente de que algo se pierde en la reproducción del catálogo: no sólo la emoción que sentimos a cada llegada del cartero, a cada maravillo descubrimiento por la primera vez, en nuestras manos, sino precisamente la consistencia misma de la postal, la textura de la cartulina y el espesor de la pintura, la tinta semitransparente del sello, la escritura más ligera o más fuerte de los trazos del lápiz: cada postal también muestra la personalidad del artista: hay postales de papel fino, otras de cartulina rígida, algunas son ligeramente arrugadas , otras súper lisas, las hay incluso granuladas, así como nuestra piel, a veces joven, a veces marcada por la experiencia. Algunas postales son blancas como la nieve, otras apena grises, algunas amarillentas, así como nuestra tez que demuestra que somos hermanos de diferentes orígenes. Muchas postales han sido elaboradas con atención maniática, ni una línea fuera de lugar, otras son voluntariamente apresuradas, sincopadas, teñidas con color incluso en la parte posterior: su personalidad diferente, al igual que la nuestra, es lo que hace interesante conocerlas así como conocer a los demás seres humanos y su historia, su modo de expresarla y expresarse. Me sentí enriquecida al mirarlas, al examinarlas en detalle, al igual que los visitantes durante las primeras exposiciones organizadas por el Progetto 7LUNE.
También me parece necesario añadir que las postales que hemos recibido no han venido de cualquier lado: son hispanoamericanas. Pueden venir de los EE.UU. o de Europa, pero en su sangre (que corre como la tinta bajo piel blanca) fluye América Latina, por lo que nos gusta aún más, porque en Progetto 7LUNE creemos reconocer en el arte hispanoamericana alguna fuerza, un desafío, una novedad, una profundidad, una alegría que no siempre se encuentra en la producción artística de otros lugares del mundo. Somos italianos, por lo que irremediablemente América Latina forma parte de nosotros. Estas postales tratan una de las temáticas más duras y difíciles de nuestro tiempo. La inmigración es una condena para los que la viven, incluso cuando se ve como una oportunidad, se realiza de forma legal y aparentemente sin lesiones, será siempre acompañada por el abandono y la renuncia. Y, sin embargo, muchos de los artistas que enviaron sus obras, han logrado despertar emociones que son de esperanza, de recuerdo, de auspicio. No hay retratos graves, por el contrario: en la mayoría de los casos el color vivo suaviza el dolor, lo acompaña y lo apoya.
Se trata de imágenes que llaman continuamente a los ojos, los atraen, los seducen. Por esta razón, además de su calidad estética, sirven enormemente para llamar la atención y hacer que se mueva hacia la reflexión, hacia el pensamiento activo. De alguna manera veo a estas postales como una trampa. Son una trampa porque así, todas coloridas y precedentes de un mundo que no nos asusta, atraen al visitante italiano de la exposición, que, seducido, se acerca, las mira, envuelto en sombras y belleza, permanece atrapado, pasa unos minutos de su vida dejando que las imágenes lleven a su interior algo que no llevarían en una simple sesión informativa sobre la inmigración en su país. La inmigración de Medio Oriente, China y África es, en Italia, un tema candente. Nuestra ciudad, Venecia, se ha beneficiado históricamente de la llegada de hombres y mujeres de diferentes culturas: fue precisamente la intersección de estas influencias lo que contribuyo en la belleza de Venecia. Sin embargo, hoy reina el recelo, la desconfianza del otro, de lo diferente y desconocido. Por eso hemos decidido organizar exposiciones sobre este tema, con nuestras postales hispanoamericanas: como pequeñas flechas venenosas tienen fascinados a los visitantes, convenciéndoles de que se hablaba de una inmigración lejana de nosotros, como la de los centroamericanos en los Estados Unidos o, en el mejor de los casos, nuestra inmigración de hace 70 años en Latinoamérica. Creyeron así no estar involucrados, y no se dieron cuenta de que estábamos hablando también de Italia, de que la inmigración es una cuestión universal que debemos reconocer, que lo que es "otro", es aterrador sólo hasta cuando lo recibimos en nuestros brazos y nos dejamos envolver por sus colores, sus rasgos, sus palabras. Como los que provienen de estas obras de arte que, además de ser perfectos pequeños cuadros o intensas fotografías, esconden, como toque final pensamientos sutiles expresados en versos por los mismos autores. La poesía, por lo tanto, una vez más, nos ayuda, de la mano del arte visual, a salvar el mundo de la homologación, el odio, la ignorancia o la indiferencia.
Para ver el catalogo de las MigrArte con todas las postales recibidas:
Y os invito a visitar el sitio web de Progetto 7Lune donde podeís encontar mucho material, tanto escrito como audio y video
totalmente gratuito y disponible:
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7 Lune (miércoles, 28 octubre 2015 11:48)
Le agradecemos muchísimo a SP Traducciones por traducir el prologo de nuestro catalogo de MigrArte Postal